Tuve una grata experiencia en este hotel reformado. La habitación, luminosa y moderna, contaba con una mini nevera y una amplia cama muy cómoda. Por otro lado, la ducha necesitaba un poco de mantenimiento. A pesar de eso, el trato del personal fue excepcional, haciendo que me sintiera a gusto.

El hotel es muy acogedor y tranquilo, ideal para descansar. Las habitaciones son limpias y bien mantenidas, y tienen una decoración agradable que te hace sentir como en casa. Además, la llegada es sencilla, ya que el sistema de acceso con código es práctico, aunque pueda parecer un poco impersonal al principio. El desayuno es variado y está disponible en un horario cómodo, perfecto para los que no quieren apresurarse por la mañana.

La ducha parecía necesitar un poco de mantenimiento, lo que fue un inconveniente menor durante nuestra estancia.

No entiendo cómo en un lugar que dice ser moderno, no hay cajones ni en la habitación ni en el baño. Y para colmo, las almohadas eran equivalentes a piedras. Pensé que al menos me darían un trato preferencial, pero no. Casi escribo una buena reseña, pero simplemente no pude.

Cafetería acogedora, cerradura con código, habitaciones limpias.

El acceso al hotel es un poco complicado al principio!!! Las paredes son muy delgadas. se oye hasta el ruido de mensajes de whatsapp!!! Además, sin ascensor, la subida puede ser un reto para algunos.

La ubicación es excelente y el servicio rápido.

La habitación era luminosa, con una excelente cama y decorada con buen gusto. Tuve un acceso sin complicaciones gracias a un código enviado por WhatsApp.

me sentí como en casa, no me puedo quejar

Silencio y tranquilidad absoluta.

Llegué al hotel un poco tarde y la entrada fue fácil gracias a un código que recibí por WhatsApp. La habitación estaba impecable, con una decoración cuidada. Sin embargo, me decepcionó un poco que no había ningún cajón para guardar mis cosas, lo que hacía que todo estuviera un poco desorganizado. El desayuno fue sencillo, pero sabroso, con diferentes tipos de pan y algo de embutido. Me gustó que había una botellita de agua en la habitación. El problema más grande fue el agua caliente. Cada habitación tiene su propio termo, y en la mía no había indicaciones claras. Tuve que esperar un buen rato para ducharme. Aunque la chica de recepción ofreció una alternativa, no fue ideal.

encuentra la tranquilidad en la encomienda gracias a su accesible parking justo en la plaza

La Encomienda es un hotel encantador que superó mis expectativas. La habitación era moderna y acogedora, con una cama enorme y cómoda. Me encantó tener un mini bar con agua, puedes estacionar justo frente al hotel, lo que lo hace super práctico. El trato del personal fue genial, me sentí como en casa. Su ubicación es perfecta para explorar las maravillas de Moraleja.

Ideal para familias que buscan confort

Me encantó que al llegar, el conserje fue muy amable y me hizo sentir como en casa. La habitación estaba impecable, con una cama grande y cómoda, y una mini nevera que siempre es útil.

No fue barato, pero aún así estaba dentro de lo razonable.

Desayuno delicioso y acceso fácil al hotel

Llegamos tarde y entramos sin complicaciones gracias a un código enviado por WhatsApp. La habitación estaba impecable y la decoración era muy cuidada. El desayuno fue variado y sabroso, ideal para empezar el día. Me gustaría que el hotel ofreciera más opciones de almacenamiento en la habitación, como cajones, ya que eso hubiera hecho nuestra estancia más cómoda.

Vaya experiencia! Las patatas fritas que probé en el bar de abajo eran de las mejores que he comido, crujientes y recién hechas. Además, el desayuno, aunque sencillo, tenía un toque casero que lo hacía delicioso, con fruta fresca y bollería que me alegró la mañana. Y no puedo olvidar lo cómodo que estaba el lugar, limpio y con buena onda. Me recomendaron un sitio para cenar cerca del río que fue un acierto total.

Aunque el acceso al hotel puede ser un poco lioso al principio, la entrada fue fácil gracias a un código. Eso sí, el sistema de aislamiento podría ser mejor. se escuchaban las campanas de la iglesia, pero nada que arruinará mi buena impresión. En resumen, todo brilló en mi estadía.

Habitaciones limpias y muy bien decoradas, además de tener una terraza para relajarse. El acceso al hotel es sencillo con código, y la conexión Wi-Fi en áreas comunes es un plus.

Eso sí, las paredes parecen de papel, ¡podría escuchar hasta el susurro del vecino!

El Wi-Fi era rápido y la TV de pantalla plana muy cómoda. No hay ascensor.

La Encomienda es un hotel encantador con un ambiente muy tranquilo. Me encantó la cafetería, perfecta para picar antes de subir a la habitación. Además, la comodidad de la cama fue un gran punto a favor. aprecio la botellita de agua que te dejan en la habitación.

totalmente recomendable